domingo, 10 de enero de 2016

JESUS NO OBLIGA


10/01/2016
Una noche, antes de finalizar el 2015, me disponía a dormir, de pronto mi vista se fijó en la imagen que parecía reflejarse en un cuadro que estaba en el vértice de una de las paredes. La imagen era la de un hombre con una barba puntiaguda y me produjo temor, así que viré el cuadro para que no se reflejara más.  Me dormí sin problemas.

La noche siguiente cuando nuevamente me disponía a acostarme, de pronto mi vista se fijó en una imagen que hacía la sombra del televisor en la pared, era la de un hombre barbado, se parecía a Jesús, me inquietó pero no me atemorizó. Me dormí sin problemas.

Al día siguiente, una vez desapachado mi hijo para el colegio y organizado mi día procedí, procedía a hacerme una sesión de aclaramiento.

Primer repaso:
Solo veo en mi mente un espectro rojizo más tirado al anaranjado que se mantiene durante toda esta primera visión.

Segundo repaso:
En ésta, el color va cambiando poco a poco hasta tornarse azul, el color de la tristeza, con bordes negros, el color del miedo.

Tercer repaso:
Se mantienen estos dos colores por un buen rato hasta que cierro esta visión.

Cuarto repaso:
Los colores comienzan a cambiar hasta llegar al gris. Cuando han adquirido ese color, comienza a sobresalir la imagen de Jesucristo. Me pregunto, ¿Por qué lo estoy viendo? No, es la primera vez que lo hago, pero esta vez si me intriga, el hecho de poder observarlo.

Quinto repaso:
La imagen del Todopoderoso a veces se me aclara y otras se me difumina en la mente y me pregunto ¿por qué?

Sexto repaso:
En el sexto repaso comienzo a comprender porque lo estoy viendo tanto en la sesión de aclaramiento como en cualquier sombra.  Creo que en lo profundo de mi ser estoy pensando que no soy una buena hija suya, que no estoy haciendo aquello que Jesús nos dejó como misión, predicar la palabra del Padre Celestial.  Pienso así mismo que uno debe hacer las cosas porque le nacen hacerlas y a mi no me nace ponerme un vestido largo y salir para que la gente me desprecie, no me escuche y me rehuya en el mejor de los casos o me maltrate en el peor.

Cuando llego a esta comprensión la imagen de Jesús queda aún más clara y arribo a una conclusión.  Uno no es una mala persona por no andar por las calles predicando.  Esa es la esencia del libre albedrio, tener elección.

Pienso que el no tener esta comprensión a veces muchas personas toman caminos equivocados para callar esto que creemos que es obligación.  Creo que si debemos ser buenas personas, pero no necesariamente predicadores tiempo completo y que además siempre hay formas para expresar lo bueno que es Dios.

Como se darán cuenta estoy escribiendo esta historia casi al mes de haber tenido esta visión. ¿Por qué me demoré en escribirla? Porque debo confesar que yo todo se lo pido a Jesús y casi todo me lo concede, por lo decir todo.  Hasta ahora nada de lo que le haya pedido no se me ha cumplido.

¿Qué tiene que ver obtener "gracias" con negarme salir a las calles a predicar? ¿O con ver la imagen de Jesús?

Es el caso que a media mañana de hoy domingo le estuve pidiendo nuevas gracias a Jesús y mientras oraba para obtener estos favores, se me vino a la mente, no haber escrito este episodio de mis sesiones de aclaramiento. Es como que yo mismo que estuviera diciendo ¿quieres nuevos favor de Dios pero eres incapaz de escribir el episodio de haber visto a su hijo?

http://www.amazon.com/Stella-vida-despu%C3%A9s-muerte-Spanish/dp/1453791353/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1448155363&sr=8-1&keywords=stella%2C+la+vida+despues+de+la+muerte

Ahora que lo hice me siento merecedora de esos dones...stellavictoriaoliveros@yahoo.com.ar